Por: Tico Morales. Agencia de Prensa Libre Avileña, A.P.L.A.
Agosto- 2014.
Cementerio de la ciudad de Morón, campo santo que data por mucho más de un siglo, pues antes existieron otros donde hoy son simples parques como el Ignacio Agramonte, en el casco histórico de la ciudad y el más viejo hoy radica en el parque infantil conocido popularmente como “Valinga”, ubicado entre las calles Luz Caballero y Castillo en la calle Libertad.
Lugar sagrado donde los moronenses lloran su dolor y veneran a sus familiares muertos. Cualquiera de esos campos santos en Cuba es para que reine el silencio cómplice de quienes descansan en paz; pero el de Morón, una institución perteneciente a la empresa municipal de Comunales se ha convertido en un doble dolor para quienes lo visitan bajo cualquier pretexto.
Nuestros ancianos de cualquier sexo son víctimas de asaltos para arrebatarles joyas tales como cadenas, anillos, esclavas, etc., las bicicletas de quienes traspasan los dos viejos portones del reino de Santa Teresa, son objetos vulnerables de los ladrones parapetados entre las bóvedas, tumbas y panteones, amén de otros estratos del mundo delincuencial que han hecho del lugar un nido de ratas.
El cementerio de Morón mide 1.5 Km. de largo por 1 Km. de ancho, incluyendo el panteón de los llamados Héroes del Comunismo. Posee un vigilante nocturno, pero mientras todo pasa, las autoridades del gobierno municipal y la Policía Nacional Revolucionaria no le dan cobertura al problema.
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